El velo de novia es un accesorio fundamental del vestido de novia. Suele ser de color blanco y antiguamente significaba el retiro de la vida exterior, la virginidad, la modestia, la inocencia
y la virtud de la novia. Sin embargo, ahora es un complemento de gracia,
elegancia y estilo.
Llevarlo, o no, es cuestión de gustos, personalidad y
comodidad. Lo mejor que puedes hacer es probarte algunos y ver si te sientes
cómoda con velo.
Consejos para la elección:
- Que combine con el modelo de tu vestido
- Según tu velo será tu peinado y maquillaje, consulta con tu estilista antes de comprar el velo
- Un vestido con detalles pequeños de encaje puede llevar un velo de encaje largo
- Un traje con miriñaque queda más bonito con un velo corto
- Un vestido de novia sencillo merece llevar un velo con detalles de bordado o pedrería, como complemento de lujo
- El velo debe ser del mismo color que el vestido de novia
- Un traje corto y simple puede destacarse con un hermoso velo trabajado artesanalmente
- Piensa si te lo quitarás en la fiesta, tenlo en cuenta para comentárselo al estilista, para que te enseñe a quitártelo con facilidad.
El velo traslúcido tiene que estar a juego con la tela del
vestido.
Un velo en tul bordado queda perfecto si es idéntico al del vestido.
El conjunto tiene el beneficio de alargar el cuello luciendo
elegante, además nunca pasará de moda.
Para las novias que les gusta la
opulencia sin caer en lo exagerado, el vestido tipo campana con velo en tul
translúcido, son dignos de la realeza. El blanco puro da la opción de complementar
tu ramo con flores en tonos brillantes.
El velo que acompañará a un
vestido vintage, debe estar lleno de bordados con finos detalles que ayudarán a
complementar tu estilo.
El velo corto puede tener resultados juguetones y como opción ante un vestido de manga larga (un velo largo tiene a verse sobrecargado) Así también da una imagen de los años 20' en caso quieran ese look retro.
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